Alberto Vollmer, un compromiso a largo plazo

 

Alberto Vollmer

Alexandre Vingtier : Querido Alberto, esta entrevista se va a hacer en francés. ¿Puedes contarnos cómo has aprendido este idioma y cuál es tu relación con Francia?

Alberto Vollmer : Mi madre es franco-británica y yo asistí, igual que mi hermano Henrique, al liceo francés en Venezuela antes de venir a Francia durante unos años para cursar bachillerato. En Venezuela, nuestro profesor de música era rumano y aprendimos las reglas del rugby, pero fue aquí, en el estadio Jean Bouin, donde realmente aprendí a jugar como pilar a los 16 años con uno de mis profesores del liceo, que era del sur de Francia. Todavía recuerdo algunos entrenamientos en presencia de Serge Blanco, ¡que es venezolano de nacimiento!

AV: Precisamente, cuéntanos antes de nada cuál es tu relación con el balón ovalado.

AV: En Venezuela, el beisbol es el deporte rey, seguido por el fútbol. El rugby era menos conocido en los años 80. Al volver al país después de estudiar en Francia, creamos un equipo en la universidad donde jugaba como número 8, tercero centro o alero. En ese momento, en 1989, solo había cinco equipos en todo el país. Mi hermano y yo dimos a conocer este deporte y sus valores y, desde entonces, el número de equipos aumentó durante los años 90 hasta llegar a ser unos veinte.

A través de nuestra empresa familiar, Santa Teresa, hemos patrocinado a los equipos regionales y personalmente hemos entrenado a varios equipos. Actualmente, hay más de 70 equipos, 2000 jóvenes que lo practican y nuestro equipo nacional ha pasado del nivel C al A y compite al más alto nivel contra equipos como los Pumas argentinos. Así fue como nos metimos en el proyecto Alcatraz.

AV: Pasemos al ron venezolano. Pocos saben que Venezuela es de largo uno de los más grandes importadores de whisky escocés y que produce whiskies locales que se mezclan con estos. Hemos leído también que la crisis ha permitido a los rones locales recuperar parte del mercado. ¿Cuál es entonces el destilado más popular?

AV: El consumo de whisky depende del precio del petróleo. Desgraciadamente, toda nuestra economía depende demasiado de este recurso que, durante mucho tiempo ha reforzado nuestra divisa y nos ha permitido importar productos, pero que por otro lado nos ha hecho perder competitividad en muchos sectores de la economía, tanto en la industria como en la agricultura.

Actualmente padecemos los reveses de esta crisis económica. Pero no podemos negar que el ron sigue siendo una bebida popular y que efectivamente está ganando cuota de mercado con la caída de los precios del petróleo de los últimos años.

AV: Si las primeras leyes venezolanas sobre el envejecimiento mínimo de los rones son de los años 50, ¿cómo es que la idea de una apelación controlada para el ron venezolano surgió a principios de los 2000?

AV: A finales de los 90, yo era director de exportación de Santa Teresa y me encontraba en un gran salón agroalimentario en Japón que se llama Foodex donde teníamos uno de los tres stands venezolanos. En total, Venezuela ocupaba 27 metros cuadrados mientras que enfrente de nosotros había un espacio inmenso de varios miles de metros ocupado por productos colombianos y donde ponían las primeras canciones de Shakira.

De hecho, el gran buque insignia de la industria agroalimentaria de nuestro país vecino es el café de Colombia, uno de los primeros arábica en reivindicar fieramente su origen, una etiqueta que es apoyada y explotada colectivamente en exportación y que les ha permitido llegar a ser el segundo productor y exportador mundial.

Nuestro café venezolano desgraciadamente no se conoce pero es un verdadero grand cru que casi ha desaparecido por culpa de nuestros problemas económicos (NdR: Santa Teresa produce sus propios granos de café para su excelente licor de café con base de ron, Arakú).

Entonces se me ocurrió la idea de crear una denominación para nuestros rones y registré varias marcas a nivel mundial como «Ron de Venezuela». Fui entonces al encuentro de otros grandes productores de aquella época, las empresas United Distillers, Seagram (por Cacique) y Ocumare para constituir un colectivo que estuviera detrás de esta apelación. Finalmente en 2003 nuestra Denominación de Origen Controlada (DOC) fue reconocida por el gobierno (NdR: el café de Colombia no consiguió este reconocimiento hasta 2005). Cedí por un bolívar simbólico las marcas que había registrado a mi regreso de Japón. ¡Hasta este año no recibí mi cheque y el correo confirmando la cesión!

ron santa teresa

AV: Recuerdo que hace unos diez años, cuando era responsable de compras de La Maison du Whisky, conseguí convencer a tu hermano y su equipo de que nos confiaran la distribución de vuestra marca en Francia. Entre los cientos de productores que me encontraba cada año, Santa Teresa era una de las marcas más ambiciosas, profesionales y transparentes del mundo. Un documento de aquella época hacía mención a una colaboración con Bacardí para invertir en investigación y desarrollo…

AV: A partir de 1975 y durante los años 80, teníamos efectivamente una joint-venture de producción creada por mi padre y los miembros de la familia Barcardí. En aquella época, en 1976, fuimos los primeros en Venezuela en realizar una destilación continua de melaza. Por supuesto, nosotros destilábamos igualmente en alambique pero hay que entender que para alimentarlo hacen falta fermentaciones más largas que en aquel entonces eran menos controlables.

Por consiguiente, podemos decir que con un alambique dependes del ritmo de la fermentación, mientras que con una columna de destilación continua, como debes alimentarla permanentemente, hay que hacer fermentaciones más cortas y controladas. Esto nos ha permitido seguir siendo competitivos localmente, incrementar nuestro stock y realizar otras inversiones que nos permiten tener actualmente la capacidad de exportar. Mi padre fue tratado como un primo de la familia Bacardí (a los miembros de la familia Bacardí les gusta llamar “primos” a sus empleados y socios alrededor del mundo).

Por tanto, no es una gran sorpresa que hoy la marca Santa Teresa sea distribuida internacionalmente por el grupo Bacardí, que ha podido distribuir mejor nuestros rones gracias a su fuerza comercial.

Nuestra estrategia durante los años 2000 se basó sobre todo en España y los Estados Unidos, dos mercados muy tocados por la crisis de 2008, por lo que no vendimos tanto ron como habíamos esperado. Encima, nuestro distribuidor en los países de habla alemana y en Italia es Campari, que acababa de comprar la marca jamaicana Appleton…

Afortunadamente, la economía ha remontado y nuestras ventas en el exterior han aumentado de 160 000 cajas de 9 litros a 200 000 entre 2014 y 2016, principalmente en Estados Unidos, España e Italia (frente a 1,5 millones de cajas en Venezuela), aunque debemos crecer más. El cambio en la distribución internacional es de una importancia capital para el futuro de la empresa que maneja ahora nuestras reservas y con la ambición de continuar produciendo siempre más rones añejos.

AV: También se ha anunciado una evolución del packaging de toda la gama, empezando por el 1796. ¿Ambiciones renovadas?

AV: En efecto, nuestro objetivo es estar en el top 10-15 de marcas internacionales de ron en términos de volumen pero apostando sobre todo por el segmento del lujo y la calidad. En nuestro segmento, nuestros principales competidores son evidentemente Zacapa y Diplomático pero también Flor de Caña.

Los dos primeros han preferido suavizar sus rones pero nosotros siempre seremos fieles a nuestro estilo de rones añejos tradicionales sin adición de azúcar porque no nos gustan este tipo de atajos. ¡El arte del ron debe ser una industria a largo plazo! Y, por supuesto, nosotros usamos el método ancestral de la solera, pero todas nuestras barricas están selladas para garantizar una edad mínima.

Recomendamos una forma de consumo más relajada, por ejemplo, con una piel de naranja y un golpe de Perrier, todo servido sobre hielo (NdR: Efectivamente, en verano, es más agradable y debo confesar mi debilidad por uno o dos buenos cubitos de hielo en mi ti vieux).

AV: ¿Vais a desarrollar nuevos productos? ¿Pensáis lanzar un ron blanco?

AV: No queremos diluir la razón de ser de la empresa siendo oportunistas y lanzando un ron blanco. Además, nuestro nuevo distribuidor internacional tiene ya un portfolio muy completo en esta categoría, incluyendo el reciente Facundo Neo, así que tenemos un enfoque muy complementario. Queremos tener un impacto mundial así que no debemos perder el foco. La calidad y nuestra reputación son claves para conseguir nuestro objetivo… ¡pero eso no nos impedirá crear nuevas cuvées si identificamos oportunidades interesantes, claro!