Dependiendo del año, México es el cuarto o quinto país productor de caña de azúcar en el mundo, pero llama poderosamente la atención que no figura entre los diez primeros exportadores de melaza, ni destaca como una potencia productora de ron. Entonces, ¿qué se hace en aquel país norteamericano con los millones de toneladas de caña que se cultivan cada año?
Las respuestas son variadas, pues la caña de azúcar se utiliza tanto para la producción de azúcar para la industria alimentaria (por ejemplo México es de los pocos países donde la formula de Coca- Cola se sigue realizando con azúcar de caña) hasta la fabricación de bioetanol, pasando por alimento para ganado, productos para la industria química y hasta la elaboración de material de papelería.
Pero su presencia en el sector de los destilados también es importante. En el occidente del país se produce el Charanda, un aguardiente de caña que en algunas ocasiones se mezcla con hongos y que cuenta con su propia Denominación de Origen. Además, durante los años 90s y principios de los 2000, la industria del tequila sufrió una escasez de agave y muchos productores tuvieron que echar mano de alcohol de caña para elaborar sus tequilas, los cuales, desde luego, ya no se etiquetaban como 100% agave. Incluso es bien sabido que hoy en día, la antigua marca cubana del murciélago tiene dos plantas productoras cerca de la Ciudad de México que se encargan de abastecer de ron a varios países.
No obstante, más allá de eso y unos cuantos pequeños productores de ron para el mercado interno, México no es un país donde históricamente se haya puesto especial atención a la elaboración de ron de alta calidad. Sin embargo las cosas empezaron a cambiar recientemente. Con la caída de los precios del azúcar en los mercados internacionales, pequeños productores empezaron a buscar nuevas salidas para su cultivo de caña y algunos de ellos han encontrado en la elaboración de ron a partir del jugo, un espacio para crecer y desarrollarse.
Tal es el caso de la destilería orgánica y artesanal Río Blanco. Ubicada en la Sierra Norte del estado de Oaxaca, en el municipio de Santa María Tlalixtac. Ahí, la familia Krassel, descendientes de un alemán de nombre Max que se afincó en la zona en la primera mitad del siglo pasado, lleva cerca de 15 años produciendo ron de jugo de caña ecológico y orgánico.
La historia de la destilería se remonta a principios del siglo pasado cuando el señor Max Krassel, alemán de nacimiento, se afincó en la zona con la intención de trabajar en el diseño, reparación y perfeccionamiento de alambiques de destilación. Posteriormente, la familia Krassel se dedicó a la producción y venta de aguardiente a granel en el mercado regional. No fue hasta 2004 que la tercera generación decidió aventurarse en elaborar su propia marca, ron MK (en honor a su antepasado), hecha a partir de jugo de caña y con los certificados antes mencionados.
Para la elaboración de ron MK, la familia Krassel utiliza la variedad de caña criolla que siembran a más de mil metros de altura y a razón de 10 mil plantas por hectárea. El suelo y la altitud otorgan a la caña de azúcar un sabor característico. Además, las bondades del terreno y el clima permiten realizar la cosecha cada 8 meses. Posteriormente la caña es cortada a mano y llevada en mulas hasta el trapiche, donde se muela y se envía por gravedad a los tanques de fermentación. Estos tanques son de acero inoxidable de 1 500 y 5 000 litros.
Tras una semana de fermentación utilizando levadura natural, el vino se destila en una pequeña columna de acero y cobre, con 6 platos de altura, que se calienta mediante la quema de leña y bagazo. Esta columna, al igual que los tanques de fermentación, fue diseñada y construida por la misma familia Krassel.
Posteriormente el líquido se deja reposar en barricas de roble blanco canadiense. Por 6 meses para obtener el ron blanco y al menos 18 meses para los rones añejos. Hoy en día, la destilería Río Blanco comercializa, además de ron blanco y dorado, rones añejos de 3 y 8 años.
Con una producción anual de 70 000 litros, México sigue siendo todavía su principal mercado, pero desde hace un par de años han comenzado a exportar a Estados Unidos y se encuentran a la espera de encontrar un importador que les ayude a dar el salto a Europa.