Editorial : Icemos juntos la bandera del ron

Según diversos estudios publicados por la Federación Española de Bebidas Espirituosas y el IWSR, el consumo de destilados creció en España un poco más del 4% en el último año.

Rumporter
Elvira Aldaz, Coeditora & Emiliano Fdez-Peña, Coeditor

Mientras bebidas como el whisky, el brandy, los destilados de agave y por supuesto el gin crecen de manera constante, el ron sigue un año más con tendencia negativa, decreciendo un -2,3% en total y un -6% en el canal alimentación.

Mientras algunas voces del sector han querido ser optimistas y remarcar el hecho de que las ventas en el segmento superprémium han subido un 20%, lo cierto es que, a pesar de esta subida, dicho segmento no supone ni siquiera el 2,5% del total del consumo del ron, mientras el segmento estándar, que representa el 92% de la categoría, sigue en caída libre un año más.

Pero las malas noticias no terminan aquí. Otro estudio realizado por un famoso mixer, que pronto verá la luz, ha confirmado que en España el ron no es considerado como una bebida para el tardeo ni el momento afterwork (dos momentos de consumo conquistados por los destilados prémium y superprémium). Por el contrario, beber ron combinado comienza a percibirse como una bebida de viejos y de borrachera nocturna. Para ser claros, algo así como lo que le sucedía al gin hace unos 10 años, cuando era percibido como un destilado de baja categoría, que solo consumían los viejos en los bares de debajo de casa y por supuesto, en vaso de tubo.

Mientras en países como Francia o Alemania el ron goza de buena salud y la industria se encuentra en lo que podríamos denominar un círculo virtuoso, en el que las marcas invierten porque saben que eso aumentará las ventas y con ello tendrán mayor presupuesto para seguir invirtiendo y seguir creciendo, en España nos encontramos en el punto opuesto. Estamos inmersos en un circulo vicioso en el que las marcas no quieren invertir porque el mercado no crece, como no se invierte el mercado se estanca y como las ventas no aumentan no hay presupuesto para invertir. Es la pescadilla que se muerde la cola.

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Revertir esta tendencia negativa y romper con este círculo vicioso no será fácil. Se necesitará tiempo, pero sobre todo mucho trabajo en común e inversión. Hay que decirlo alto y claro, lo que está en crisis es la categoría de ron en su conjunto, no es cuestión de una sola marca, por ello es importante que el sector esté unido y tiremos todos juntos del mismo carro, de lo contrario, los esfuerzos unilaterales serán en vano. El ron tiene que dejar de ser la bebida que complementa el porfolio de los distribuidores para ser la joya de la corona.

Para lograrlo, la palabra clave es inversión. La industria del ron debe invertir en los bartenders y profesionales del sector, claro está, pero no debe olvidarse también del consumidor final. Es importante invertir en escuchar a ambos, conocer sus gustos, sus motivaciones y, sobre todo, invertir en formarlos. La formación es imprescindible y lamentablemente, cuesta.

Pero también cuesta creer que en la situación actual las marcas sigan apostando por invertir en fiestas y viajes antes que en catas, festivales, masterclasses y publicaciones especializadas. Cuesta creer que en lugar de contratar a profesionales preparados para ser la cara visible de su marca, sigan buscando rostros bonitos que poco o nada saben sobre los procesos de producción y, lo que es peor, que fuera de sus horas de trabajo encuentras bebiendo otra cosa ya que el ron no les apasiona.

En Rumporter estamos convencidos de que la crisis es también una oportunidad. Desde el año pasado hemos izado la bandera del ron y hemos decidido navegar en un océano de aguas turbulentas. Hoy tienes en tus manos el segundo número, el cual, como no podía ser de otra forma, ha costado sangre, sudor y mucho esfuerzo sacar adelante. Llamadnos locos, sin embargo creemos que vamos en dirección correcta y seguiremos insistiendo hasta llegar a tierra firme. La empresa es grande y la bandera del ron nos cobija a todos. Si remamos todos juntos en la misma dirección es posible que lleguemos antes, ¿quién sube a bordo?