Por segunda semana consecutiva, nos detuvimos ante la costa de Martinica, en la que a veces las calas y el mar se confunden. En una inundación de luz que parecía haber sido exagerada artificialmente, el velero, alrededor de cuya mesa nos habíamos acomodado, recogió el ancla y navegó el silencio, de nuevo hacia la Bahía Simon, de camino a la destilería epónima en la que se destila el ron HSE, y hacia el interior, a Gros-Morne y Saint-Joseph, donde se encuentra la finca en la que se llevan a cabo las otras etapas del proceso de producción. Para hablar de la finca Saint-Etienne, primero hay que aproximarse hacia el mar, hacia Le François y Pointe Cerisier.
Allí se encuentra aún el alambique criollo de columna, fabricado en cobre, que para responder a las necesidades específicas del ron agrícola cuenta con unos platos destrozadores más alargados, que dilatan la trayectoria del jugo de caña de azúcar en ebullición y prolongan el tiempo de exposición entre el vapor y el jugo. Los platos, además, son menos en número de lo habitual para dejar pasar los ésteres menos volátiles y conseguir aguardientes con más cuerpo, más complejos y especiados. Hemos catado tres de estos potentes rones y su calidad es de tal calibre que pronto será necesario que Cyrille Lawson, guardián de la llama de HSE, retire el velo… y desvele sus secretos.
HSE, Porto Finish 2009 – World Cask Finished, Extra Vieux Rhum Agricole – 42%
Nariz: Tras un proceso de envejecimiento de 5 años en barricas de roble americano de Missouri y Kentucky, este ron se beneficia además de un acabado adicional de 12 meses en barricas de Oporto. Este acabado está muy presente en nariz aunque esto se debe más a la sobremaduración que al modo de preservación. Se detecta un comienzo de aroma a fruto seco, cacao y rancio. La cereza de los grandes vinos de Oporto también está presente, así como la nuez y el tabaco.
Boca: Dejando atrás los sabores del Oporto, encontramos aromas terciaros provenientes de la interacción de la madera y el ron. Los granos crudos de café fermentados están más presentes que el chocolate empireumático.
Final: Retrogusto de higo, grosella negra y vino de moras.
HSE, Small Cask 2007, Vieux Rhum Agricole – 46%
Nariz: Envejecido en barriles de Limousin de 55 litros, este ron posee notas afrutadas de melocotón blanco y ciruelas. En una segunda fase se detecta un toque de ginseng.
Boca: Aquí encontramos una vez más la intensidad del ron agrícola blanco, así como un agradable amargor. Notas de ciruela Mirabelle, jarabe de melocotón de viña y un toque de chinotto.
Final: Mora y pimienta blanca salpicada con un poco de quinina.
HSE, Single Cask 2003 – Grand Millésime, Extra Vieux Rhum Agricole – 47.8%
Nariz: Este ron, envejecido en barrica de roble francés de 400 litros, ofrece una nariz cuya complejidad solo puede ser equiparada a su riqueza aromática: un primer golpe de aromas de mochaccino tostado, prolongado por notas de tabaco rubio y también por la frescura frutal del licor de membrillo.
Boca: Generosa y con cuerpo, ofrece un amplio perfil aromático: ciruelas que recuerdan a una vieille prune de Souillac, pasando por el arándano y el licor de saúco negro. El paladar se encuentra completamente rodeado por estos intensos aromas.
Final: Muy redondo y generoso, con notas de licor de cereza negra de la variedad Léopold Bros, regaliz dulce, regaliz rojo y té negro Pu´er: esta es la quintaesencia del ron agrícola.