Más que los tres ríos, lo más emblemático de esta prestigiosa marca es su molino de viento. No resulta nada extraño que Trois Rivières sea bien conocido entre los apasionados del ron por sus antológicos millésimes, como el 1953, el 1964, el 1969 y el 1977. Más recientemente, el nuevo 2000 ha venido a suceder al reputado 1995.
Nada sorprendente, en efecto, teniendo en cuenta que la plantación de la que provienen es una de las más antiguas de la isla, y que 356 años después de su creación aún continúa alimentando a la destilería. Fue en 1660 cuando Nicolas Fouquet, superintendente de finanzas, se adjudicó un vasto dominio de más de 2000 hectáreas en Martinica, en la costa sur, entre Sainte-Luce y Diamant. También hizo construir un castillo… ¡que nunca habitó y que después demolió! Por el contrario, fue en el lúgubre torreón principal de Pignerol en donde terminaría sus días, después de dos décadas de encierro. Porque su caída fue tan espectacular como su formidable ascensión social, después de ser acusado -entre otras vilezas-, de haberse proclamado virrey de sus dominios en Martinica y de la isla de Santa Lucía.
Una aldea dedicada al ron
Antes que Fouquet, fueron los primeros colonos los que al instalarse en este lugar de la costa sur de Martinica, fundaron a principios del siglo XVII un pueblo llamado Trois-Rivières… simplemente porque estaba en el punto de unión del río Oman, el río Bois d´Inde y el río Saint-Pierre. Llamar “ríos” a estos riachuelos apenas visibles en GoogleMaps, quizá podría parecer una exageración, pero llamaron al sitio lo mejor que supieron…
Quién dice caña dice azúcar, por supuesto, y la propiedad comprendía tres azucareras diferentes de las que algunos vestigios han llegado hasta nuestros días. Pero para el ron, habrá que esperar al paso de varios propietarios y a la división del antiguo dominio Fouquet para que se empezara a destilar aguardiente en la plantación. Fue Etienne Isaïe Marraud des Grottes, un rico propietario del norte de la isla, quién tuvo la idea cuando adquirió la propiedad hacia 1785. Pero no era Trois Rivières lo que le interesaba, ya que él y sus herederos lo dejaron más o menos en desuso. Lo que hicieron en realidad fue consagrar sus esfuerzos a la azucarera vecina de Grand Céron para elaborar azúcar y algo de aguardiente, que no era otra cosa sino una tafia un poco rústica, para ser consumida por la población de Martinica.
En Trois Rivières, no se retomará la actividad realmente hasta finales del siglo XIX, gracias sobre todo a la creación de una línea de ferrocarril que serviría para transportar la caña de azúcar hasta la destilería. Ésta estuvo funcionando durante mucho tiempo gracias a la energía generada por los molinos de viento. Uno de ellos aún subsiste hasta nuestros días y, completamente restaurado en 2005, se ha convertido en el punto de referencia de los edificios que sirven en la actualidad de centro de información de la producción del ron Trois Rivières.
Pero volvamos a 1905, cuando el nuevo propietario, el ingeniero Amédée Aubéry, modernizó el sitio y sobre todo, paró la producción de azúcar para consagrarse únicamente a la destilación del ron. En 1940, su hijo fue incluso más lejos al abandonar el uso de la melaza y decidir utilizar solamente el vesou, el jugo fresco de la caña de azúcar, para elaborar uno de los primeros rones agrícolas martinicanos.
Entre Duquesne y La Mauny
Después de la Segunda Guerra Mundial, la historia de Trois Rivières entró en un largo periodo de turbulencias en el que incluso la marca desapareció durante dos décadas, para volver triunfalmente al mercado gracias a los millésimes, que habían sido cuidadosamente apartados… por suerte para nosotros.
En efecto, hacia 1950, un descendiente de Etienne Ma-rraud des Grottes compra la plantación de Trois Rivières. Porque aunque la familia había abandonado la región, no por ello había abandonado la industria del ron, sino todo lo contrario. En 1908, se asoció a la familia Plissoneau-Duquêne para retomar una destilería cerca de Fort-de-France. Hacia 1936, los rones que se elaboraban allí llevaban la marca Duquesne. Su éxito fue importante, tanto en Martinica como en la metrópolis y la empresa incluso creó vastas bodegas que albergaban grandes toneles y hasta 4500 barricas.
Pero con la recompra de Trois Rivières, la empresa se fue de aquel sitio, e instaló allí una nueva destilería. No obstante, el aguardiente que se producía allí, se vendería desde entonces bajo el nombre de Duquesne, que se había convertido en una referencia en todos los mercados, y sobre todo, en el de los rones viejos. Esto durará hasta 1972, y después, sin que se sepa bien por qué, la marca Trois Rivières reapareció, e incluso fue oficialmente registrada en 1975. Esto ocurrió justo a tiempo de que entrase en escena un nuevo integrante: el grupo Martini & Rossi, que intentó hacer prosperar esta nueva mina de oro de-sarrollándola tanto en la metrópoli como en las exportaciones a toda Europa. El grupo realizó también una importante modernización del sitio ubicado en la comuna de Sainte-Luce, que desde hacía tiempo, englobaba a la aldea de Trois Rivières y a su algo más de un millar de habitantes. Fue también en este periodo cuando se comercializó una gama de rones millésimes, hasta entonces prácticamente ignorados por los roneros martinicanos.
En 1994 se produjo un nuevo cambio de propietario y de dirección, con la recuperación de Trois Rivières por el grupo BBS, que esta vez reunió a auténticos martinicanos, puesto que por un lado estaba uno de los hermanos Bellonnie, propietarios de La Mauny desde 1923, y por el otro, Jean-Pierre Boudillon, que librará un largo combate para que se crease la AOC Martinique en 1996. El grupo BBS, sin duda con la intención de rentabilizar sus equipos, decidió cerrar el sitio de Trois Rivières en 2003 y transferir su producción a Rivière Pilote, sitio histórico de La Mauny. Pero sus dos columnas de destilación formaron parte de la mudanza y los rones Trois Rivières y Duquesne (cuyo proceso de producción era diferente), seguirían produciéndose y almacenándose de acuerdo a sus características específicas.
Pero el ir y venir de propietarios no había terminado. En 2007, BBS fue recomprado por Quartier Français, una gran empresa azucarera ubicada en la isla de Reunión. Pero, como la concentración del capital obliga, ella misma fue recomprada en 2010 por Terreos (anteriormente Beghin-Say) que no supo qué hacer con la rama de espirituosos y la revendió de inmediato a la Martiniquaise, cuya especialidad eran las bebidas espirituosas. Pero la Martiniquaise ya poseía Dillon, Old Nick y Saint-James, y las autoridades no permitieron que se convirtiera en propietaria de más del 60% de los rones antillanos y tuvo que revender una parte.
Será BBS (y por tanto, Trois Rivières) los que se convertirán en 2012 en los nuevos propietarios del grupo de Cyrille Chrevrillon, sociedad de accionariado familiar, que según sus propias palabras, “invirtió en grandes empresas industriales y de servicios con fuerte potencial a fin de transformarlas en líderes nacionales e internacionales”. Su eclecticismo es patente, porque sus actividades comprenden productos farmacéuticos (Laboratorios Delagrange), imprentas (CPI Industrias), seguros (Albingia) e incluso el comercio de las flores (Interflora). Esperemos que Trois Rivières encuentre allí una cierta estabilidad en comparación con su historia reciente.
Las 4 gamas de Trois Rivières
A partir de sus dos columnas de destilación y de su plantación de 120 hectáreas de caña de azúcar (que suministra el 80% de sus necesidades), Trois Rivières comercializa hoy en día sus rones agrícolas repartidos en cuatro gamas.
La gama Classiques está formada por aquellos rones blancos y envejecidos más comunes y de mayor producción, mientras que la gama Old Signatures se conforma por expresiones provenientes de las barricas más especiales de la bodega, las cuales se embotellan a manera de single cask y cask strength. Mientras tanto, la gama Extra-Vieux y Grandes Cuvées enmarca los rones más añejos de la casa y las añadas más destacadas.
Por último, La gama Rare Vintage incluye una única edición del ron más especial de la casa, el Millésime 1980 (45%), presentado en una garrafa de Baccarat metida en un cofre de madera lacada, cuyo valor en el mercado oscila en torno a los 2000€ . En total, la casa Trois Rivières embotella y comercializa cerca de 18 referencias de ron, lo que la convierte en una de las marcas más completas e innovadoras de los rones de Martinica.
El Triple Millésime
Mención aparte merece el Triple Millésime, una innovadora edición especial en la que se combinan tres rones de añada del tipo Hors d’Âge, o lo que es lo mismo, envejecidos de manera separada por más de 6 años.
Una primera versión en la que se combinaban rones de los años 1998, 2000 y 2007 salió al mercado en 2014 y desde entonces coleccionó medallas en todos los festivales donde se presentó. Tan grande fue el éxito que toda la producción se agotó en tan solo dos años. Por tal motivo, Trois Rivières decidió sacar al mercado una segunda edición, cuyo blend comprende rones de los años 1999, 2000 y 2009.
Esta nueva versión, a diferencia de la anterior, está añejada principalmente en barricas de roble francés, aunque un porcentaje inferior de la mezcla también ha sido envejecida en roble americano. Esta decisión técnica aportará, según el maestro ronero, mayor cuerpo y nitidez al destilado, que se embotella a 42% ABV.
TROIS RIVIÈRES TRIPLE MILLÉSIME 1999-2000-2009 – 70 CL – (42%)
Nota de cata de la marca
Color: Ron oleoso con destellos dorados.
Aroma: Robusto y elegante. Revela progresivamente aromas de especias, cerezas silvestres y fruta muy madura seguidas de notas refinadas de madera.
Paladar: Se encuentra el balance perfecto entre robustez y suavidad, donde el gusto concuerda con el aroma. Tiene sabores a especias y madera como todos los grandes rones de Trois Rivières. Sutiles notas a fruta fresca se entrelazan con los sabores predominantes.
Final: Excepcionalmente largo con prevalencia de los sabores de especias, típico del estilo Trois Rivières.