¿Cuándo el ron ya no es ron? Es la pregunta hecha por Ian Burrell durante una conferencia/debate en Tales of The Cocktail en Nueva Orleans. Hemos querido dar la palabra a los que hacen el ron. Sin embargo, hoy vamos a hacer una excepción al entrevistar a un aficionado bien conocido entre sus colegas, y también conocido por su franqueza. Sin rodeos y sin concesiones…
Hoy, está con nosotros Olivier Coucaud, el talentoso productor de los rones Chamarel, quién se presenta humildemente como Director Comercial pero que, como es sabido, está todos los días «al pie del cañón».
¿Quién es usted?
– Olivier Couacaud, Director Comercial de la Rhumerie de Chamarel, en Isla Mauricio.
¿Cómo llegó usted al mundo del ron?
En 2008, mis padres invirtieron en este proyecto partiendo de cero, para intentar asegurar la perennidad del Dominio familiar y transmitirlo a las generaciones futuras. Fue así como tras finalizar mis estudios, me uní a la empresa familiar como algo natural, intentando aportar mi granito de arena.
¿Cuándo el ron deja de ser ron?
Ése es el debate de siempre. Por lo que a mí respecta, creo que habría que revisar las clasificaciones de los rones, antes de decir si un ron ha dejado de ser ron. Para empezar, creo que todos estamos de acuerdo en que el nombre «ron» signifique alcohol destilado de la caña de azúcar, ya se trate de ron a base de jugo, miel de caña o melaza.
En realidad lo normal sería hacer una clasificación para las diferentes materias primas:
– ron tradicional para los de «melaza»;
– ron agrícola para los de «puro jugo»;
De este modo, pienso que habría una mayor transparencia para el consumidor.
Después, se podrían establecer subcategorías para cada categoría, como se hace con el whisky:
– para un blanco, el distintivo «premium», se utilizaría por ejemplo para los rones que tuviesen 2 años de maduración y un destilado mínimo.
– para un ron añejo, «puro» significaría que «no contiene ningún aditivo salvo el colorante», mientras que «blend» significaría «corte, adicción de caramelo, maderas, etc.”;
– para un “spiced”, se podrían añadir aromas y azúcar (hasta una dosis máxima que no se podría superar);
– para un licor a base de ron, azúcar por encima de X g/litro;
Creo que hoy en día, cada tipo de ron tiene su clientela y poco importa la clasificación que tenga el producto. Encontrará su lugar entre los aficionados, siempre que la relación calidad/precio sea la adecuada.