Empecé mi colección en 2002 después de comprar un poster que mostraba etiquetas de ron de Martinica.
Al poco, empecé a buscarlas para coleccionarlas ya que las encontraba bonitas. Todo comenzó de esta manera y también porque me encanta beber ron en un Ti-Punch.
Mi especialidad son las etiquetas de impresores franceses anteriores a 1930. Son las más bonitas y las clasifico según su autor. Las más bellas representan a personajes o son muy coloridas. Las más antiguas que tengo son de 1840-1850.
Las encuentro en salones de coleccionistas de periódicos antiguos en París, mercados de pulgas, pero especialmente en internet.
Cuando revendo lo hago por dos razones: la primera para mejorar mi colección, eliminando las etiquetas que encuentro demasiado comunes o que ya no me gustan y la segunda, para financiar la compra de otras etiquetas.
Según pasan los años, soy más exigente y mi gusto se va refinando. Me sería difícil evaluar mi colección, nunca la he tasado, pero de las 1000 etiquetas que la componen diría que la mitad valen una media de 50 euros y la otra mitad una media de 15 euros.
Así que en total serán unos 30 000 euros. Pero este es un precio de reventa, no lo que me han costado. No creo que haya especuladores entre los coleccionistas de etiquetas de ron pero tiendo a pensar bien de la gente.
Aprecio especialmente el haber conocido a tantas personas en 15 años, sobre todo a otros coleccionistas y, como una cosa lleva a la otra, a un montón de apasionados del ron.