Jaiker Soto opina sobre la nueva normativa del azúcar

Entrevistamos a Jaiker Soto, maestro ronero de Don Q, sobre la nueva normativa sobre el azúcar añadido en el ron.

R: ¿Crees que esta nueva regulación va a ayudar a la categoría?

J: Pienso que sí, pienso que sí va a ayudar a la categoría a mejorar. Definitivamente los productores de ron tenemos que ser honestos con nuestro consumidor. Creo que los productores no tendríamos que haber esperado a que se estableciera una regulación y que comenzara a ejecutarse de forma total para tomar acciones y definir el tema del uso de los edulcorantes o endulzantes en la elaboración de ron. Ayudará a la categoría a subir porque sencillamente hoy en día, en un mundo tan globalizado, las personas tienen mucho más cuidado con el tema de la salud y el tema del azúcar en cualquier bebida. Así que regularlo y exigir que se declare su uso y cumplir con unos límites máximos va de la mano de esa tendencia.

R: Hablando de límites máximos ¿Qué sentido tiene establecer el límite en 20 g/l? ¿Por qué no 25 o por qué no 15?

J: No estoy seguro de ello, pero creo que lo que ha sucedido es que se ha tomado en consideración un promedio de las tendencias actuales que existen en el mercado. Yo creo que se tomaron números máximos, números mínimos y trazaron una línea por el centro y pienso que esa línea cayó en el 20.

R: DonQ ha demostrado que se pueden hacer grandes rones sin azúcares añadidos. Para ustedes, ¿poner el límite en 20g/l no es un poco alto todavía?

Jaiker SotoJ: Sí, digamos que sí es algo alto porque en Destilerías Serrallés hemos seguido la tradición del ron puertorriqueño y el ron de Puerto Rico es un ron seco. En nuestra compañía optamos por no usar edulcorantes o endulzantes para lograr un carácter y un perfil definido. Sencillamente dejamos que el barril haga su trabajo y pues para los niveles de azúcar que se han medido en nuestros rones, considero que 20 g/l es un poco alto. Te pongo un ejemplo muy claro con nuestros productos, el Spiced, que está en la categoría de rones especiados, tiene un contenido máximo de azúcar de 15 g/l y estamos hablando de otra categoría de ron.

R: Si un ron especiado que lleva fruta macerada tiene tan solo 15 g/l de azúcar, ¿cómo es posible que un ron no especiado tenga valores de azúcar más altos, incluso vemos rones con 50 o 60 g/l?

J: No quiero caer en controversia con los procesos productivos de otras empresas, pero lo que está claro es que cualquier ron que tenga alto contenido de azúcar por litro, obviamente debe haber utilizado algún endulzante. Por condiciones naturales de añejamiento en barrica no se va a lograr nunca un nivel tan alto.

R: Entonces para ti, ¿cuál hubiera sido el límite adecuado?

J: Soy partidario de no añadir azúcar a los rones.

R: ¿Eres optimista con esta nueva ley? ¿Crees que se cumplirá?

J: Sí, soy optimista y pienso que le haría un gran favor a la industria el hecho de que se cumpla. Y sí, creo que se va a cumplir, porque de no hacerlo habrá sido solo una pérdida de tiempo.

R: Aquellos productos que superen el límite establecido ya no podrán etiquetarse como ron, ¿crees que esto hará que el consumidor deje de comprar estos productos?

J: Es un fenómeno que habrá que evaluar en los dos años siguientes a la entrada en vigor de la normativa. No te puedo decir ahora si el consumidor cambiará de golpe su patrón de consumo, pero creo que se va a ir adaptando a las nuevas circunstancias del mercado. Creo que el consumidor será más analítico a la hora de comprar determinados productos.
Pienso que la información que va a ir en la etiqueta, alineada a la nueva reglamentación, va a ser determinante para que se tomen estas decisiones. Y si el consumidor tiene un paladar dulce, probablemente seguirá consumiendo esa bebida que ahora calificarán como licor, pero el que cuida su ingesta de azúcar, ese definitivamente irá a los rones secos.

R: ¿Haría falta entonces una campaña de información al consumidor por parte de la Unión Europea?

J: Pienso que ese es un trabajo que debe hacerse en conjunto entre la UE, los entes reguladores y las compañías fabricantes de ron, porque es un ganar-ganar para todos. Es una sinergia, si bien la reglamentación va a poner a todos en la misma onda, porque te pone unos límites; además estás ayudando a la salud pública y las empresas tenemos que ser lo suficientemente ágiles para adaptarnos a estos cambios.

 

 

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